La zona arqueológica de Tlatelolco guarda hechos históricos de mucho contraste, es difícil conectar lo que fue el centro comercial más importante del México prehispánico con una de las matanzas más sangrientas en la historia de nuestro país ejecutadas por el gobierno mexicano. La ruinas nos invitan a apreciar la arquitectura, las costumbres que tenían los tlatelolcas y el origen del mestizaje, pero es imposible dejar de pensar que fue escenario de tan infame suceso. El sentimiento de impotencia y repudio hacia el gobierno comienza poco a poco apoderarse y se acentúa al llegar a la explanada de la Plaza de las Tres Culturas donde el 2 de octubre de 1968 el movimiento estudiantil llevaba a cabo una sesión pacífica cuando ocurrió lo inesperado, la fuerza militar sometió a los civiles asesinando a muchos en cuestión de minutos.
Actualmente Tlatelolco representa una de las zonas más significativas de la Ciudad de México debido a que en ella se reflejan tres importantes etapas en la historia de México: la prehispánica, la colonial y la contemporanea, pero también representa la impunidad, el autoritarismo y el crimen a sangre fría de un gobierno represivo.
El 2 de octubre no se olvida...
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